Con 15 años de experiencia en el sector energético, Energia Local ha evolucionado desde un enfoque inicial en la cogeneración hasta convertirse en un referente en servicios de eficiencia y sostenibilidad. En esta entrevista, su presidente, Joan Palau, nos habla de la trayectoria de la empresa, los retos de la transición energética y la importancia de la flexibilidad energética en un contexto de cambio regulatorio y tecnológico. Además, analiza el papel de Cataluña en la reindustrialización y la descarbonización, así como las oportunidades que ofrecen las energías renovables y la inteligencia artificial para la industria.

Nacisteis hace 15  años asesorando empresas de cogeneración. ¿Cómo ha evolucionado la empresa  hasta hoy?

En estos 15 años, la empresa ha crecido incorporando nuevos servicios en el ámbito de la energía. Con el objetivo de consolidar y diversificar su crecimiento, por ejemplo, a principios de 2024, Energia Local incorporó el negocio de consultoría de sostenibilidad de Ingeniería Social, SAL.

En cualquier caso,  la cogeneración sigue teniendo un peso específico importante para la entidad.

Sí, el modelo básico de negocio sigue siendo proporcionar un asesoramiento especializado y de calidad, y los servicios vinculados a la cogeneración siguen siendo muy importantes para nosotros, pero nos hemos diversificado en otros ámbitos. En estos momentos, nuestra prioridad es consolidar la integración de la consultoría de sostenibilidad y desarrollar nuestro servicio de flexibilidad energética.

También habéis  desarrollado proyectos destacados en el ámbito industrial.

Sí, hemos trabajado con clientes industriales del sector alimentario para analizar la valorización de residuos para la producción de biogás, lo que les permite reducir su consumo de gas y, por tanto, la emisión de CO₂, contribuyendo a la economía circular.

¿Qué servicios  específicos ofrecéis para ayudar a las industrias a optimizar su consumo  energético?

Brindamos apoyo para la optimización de la operación de las instalaciones de cogeneración, asesoramiento en los procesos de compra de energía y seguimiento y optimización de los costes. También ofrecemos servicios de flexibilidad energética, proponemos medidas de eficiencia y apoyamos a los clientes en la monetización de sus acciones de mejora de la eficiencia energética (CAE).

Una de las  prioridades del nuevo Gobierno es la reindustrialización de Cataluña. ¿Qué peso  deben tener en ello el sector energético y, en concreto, las energías  renovables? ¿Puede ser un factor diferencial de competitividad?

Una de las claves para desarrollar un tejido industrial es la disponibilidad de energía a precios competitivos en comparación con el resto del mundo. Dicho esto, veo muy difícil que un factor de competitividad de la industria catalana pueda ser unos costes energéticos más bajos que en otros lugares del mundo. Tendremos que buscar otros elementos diferenciales que nos permitan ser competitivos, y creo que la inversión en I+D es clave para este objetivo.

¿Cree que Cataluña  puede convertirse en un hub de la industria descarbonizada a escala europea?

La descarbonización de la industria catalana tiene dos ejes fundamentales: la electrificación y el uso de hidrógeno verde en algunos casos donde será difícil electrificar. Para la electrificación, serán necesarias importantes inversiones tanto en las industrias como en las infraestructuras de suministro. Por otro lado, se requerirá un gran esfuerzo tecnológico para que el hidrógeno verde pueda alcanzar costes competitivos.

En estos años,  tanto Energia Local como vuestros clientes habéis tenido que adaptaros a la  llegada de nuevas directivas de eficiencia energética y huella de carbono de la  Unión Europea.

Estas directivas han supuesto una inversión inicial exigente para las empresas industriales, tanto desde el punto de vista regulador como operativo y estratégico. Por otro lado, han acelerado la digitalización, la inversión en renovables y la descarbonización en general, respondiendo a una sociedad cada vez más consciente de la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar el cambio climático.

Y el próximo reto  son los ESG. ¿Cuál cree que será su impacto en el sector energético?

La sostenibilidad es hoy una ventaja competitiva clave en la toma de decisiones de inversores y clientes. Las empresas deben mejorar su transparencia, reducir emisiones y generar un impacto social positivo para mantenerse relevantes en un mercado donde la responsabilidad ambiental y social ya no es opcional, sino un factor estratégico para el crecimiento y la diferenciación.

Actualmente, nos  encontramos en medio de una guerra comercial global. ¿Cómo cree que puede  afectar al sector energético europeo y catalán?

Habrá que ver primero qué medidas se implementarán finalmente en la administración estadounidense, pero podría suponer un cambio en los proveedores energéticos. De todos modos, una respuesta de la UE podría ser impulsar la producción local y revertir la desindustrialización europea.

¿Cuál cree que debe  ser la estrategia de la Unión Europea, teniendo en cuenta su dependencia del  gas natural estadounidense?

En primer lugar, hay que matizar la dependencia del gas natural estadounidense, que en los tres primeros trimestres de 2024 representaba solo el 16,5% de las importaciones de gas natural de la UE. Dicho esto, creo que la UE debe seguir apostando por las energías renovables (gas renovable, generación eólica y solar, biomasa...), que permiten reducir tanto la dependencia exterior como las emisiones de gases de efecto invernadero.

Cataluña es una de  las comunidades más retrasadas en la implementación de renovables. ¿Cuáles son  los principales obstáculos para promover nuevos proyectos?

Por un lado, una regulación muy extensa y compleja. En segundo lugar, una aplicación muy burocratizada e inflexible de esa regulación, sin tener en cuenta las peculiaridades de cada proyecto ni las condiciones de cada caso. Por último, una cultura del “no a todo”, que muchas veces ha sido promovida y sobrevalorada por distintas administraciones y los medios de comunicación.

¿Cuál cree que es  la clave para desburocratizar los procesos y lograr una mayor aceptación social  en los territorios?

Lo primero que hace falta para desburocratizar los procesos es voluntad y liderazgo político. Sin esto, es muy difícil avanzar. A partir de ahí, solo es cuestión de aplicar sentido común. En cuanto a la aceptación social, hay que analizar si realmente existe un problema generalizado o si simplemente se está dando una voz desproporcionada a ciertos colectivos que quizá no representan al conjunto de la población.

A nivel  tecnológico, ¿qué innovaciones o proyectos destacados estáis desarrollando  actualmente?

La iniciativa más relevante es el acuerdo con Bamboo Energy, una startup del IREC, para la implementación de su plataforma de flexibilidad energética. La plataforma de Bamboo permite, en tiempo real y de forma automatizada, actuar sobre los activos flexibles para que el cliente pueda trasladar demanda eléctrica de momentos en que la energía es cara a otros en los que es más barata.

¿Qué proyectos  futuros estáis desarrollando que nos podáis adelantar?

Creemos que la inteligencia artificial y la tecnología en general proporcionan herramientas que permiten mejorar la eficiencia operativa de las empresas, tanto en el ámbito energético como en la sostenibilidad. Seguiremos implementando y desarrollando estrategias para que las empresas adopten la tecnología de flexibilidad en sus unidades productivas. También comenzaremos a implantar IA para facilitar el control y seguimiento de las múltiples variables en los procesos de adaptación a la normativa de sostenibilidad.

¿Cuáles son los  principales retos de Energia Local en 2025?

El gran reto de Energia Local en el ámbito energético es el crecimiento en servicios centrados en la descarbonización: flexibilidad energética, cálculo y reducción de la huella de carbono y gestión de Certificados de Eficiencia Energética. En sostenibilidad corporativa, el desafío es ayudar a los clientes a adaptarse a las nuevas exigencias regulatorias mediante tecnologías que faciliten el control y seguimiento de sus datos.

¿Cómo ve el  escenario energético dentro de cinco años?

Es difícil prever el futuro, pero parece claro que los esfuerzos para descarbonizar la economía se mantendrán o incluso se intensificarán. En este sentido, Energia Local jugará un papel clave asesorando a las industrias catalanas en este proceso sin afectar su competitividad.