Xavier Grau, Barcelona - Una buena planificación puede ser la solución para impulsar las renovables en Cataluña. Esta es una de las principales conclusiones de la jornada sobre cómo pueden convivir las energías renovables y el paisaje, organizada por el ARA y Endesa, con la colaboración del Clúster de l'Energia Eficient de Catalunya y el Observatorio del Paisaje. Entre las principales demandas sobre la mesa, destaca el PLATER, el Plan Territorial de las Renovables.

El presidente del Clúster de l'Energia Eficient de Catalunya, Joaquim Daura, abrió el acto hablando de los principales ejes vertebradores del proceso de descarbonización que vive la sociedad. Daura hizo referencia a la descentralización, la digitalización y la democratización de la energía, haciendo énfasis en la necesidad de que "llegue a todo el mundo, y no de cualquier modo".

El acto continuó con dos ponencias para conocer cómo han abordado el problema en Francia, con la participación de Jean-Pierre Thibault, presidente de la Asociación Paisajes después del Petróleo, y Bertrand Folléa, director de la Cátedra Paisaje y Energía de la Escuela Superior del Paisaje. Entre algunas de las aportaciones clave, Thibault explicó que el paisaje "es un concepto dinámico y evolutivo" y que debe tenerse en cuenta que "no todos los territorios son iguales".

Folléa, en la misma línea, dejó claro que el paisaje no es algo estático. “No es una pintura ni una postal, no está congelado”, aseguraba el catedrático francés, y utilizó un símil: todo debe integrarse igual que una partitura común junta la interpretación de los músicos de una orquesta en una sola música. De ambas intervenciones se extrae la misma conclusión: para que el sistema funcione, es imprescindible la concertación y la participación del territorio y de sus habitantes.

La mesa redonda, moderada por la directora gerente del ARA, Georgina Ferri, contó con la participación del director general de Endesa en Cataluña, Enric Brazís; la técnica de la Oficina de Transformación Comunitaria de la Asociación Catalana de Municipios, Marta Marsó; el director del Observatorio del Paisaje de Cataluña, Pere Sala; y el presidente de la Sociedad Catalana de Ordenación del Territorio, filial del Institut d'Estudis Catalans, Josep Bàguena.

Un punto de acuerdo entre todos. Lo dejó claro Marta Marsó: es necesario aprovechar al máximo los tejados, polígonos industriales, vertederos, canteras y otras zonas antropizadas para desplegar renovables, pero no será suficiente; también será necesario ocupar suelo. De ahí la necesidad de una buena planificación y del máximo diálogo y participación del territorio. “El PLATER debe hacerse ya”, sentenció Marsó. Enric Brazís reconoció que hay "falta de planificación", mientras Sala remarcaba que el PLATER "debe ser una planificación global de todo el territorio".

A pesar de la oposición que generan las instalaciones de renovables en el territorio, Josep Bàguena explicó que percibe un cambio en algunos municipios. "Ahora ya hay ayuntamientos que comienzan a introducir criterios en su normativa urbanística de forma positiva, planificando dónde se podrán instalar las infraestructuras", explicaba. Sala, por su parte, apuntaba que los ciudadanos deben ver “la cotidianidad de estas infraestructuras” en el territorio, pero también hizo una importante observación: “Debemos saber encajar el proyecto en el lugar, y no el lugar en el proyecto”.

El director del Observatorio del Paisaje hizo otro apunte respecto a la integración de las renovables en el territorio: "Donde hay menos rechazo es donde la gente del territorio ha participado tanto en el diseño como en los beneficios" de las instalaciones. Para Enric Brazís, dar voz al territorio "es un requisito básico". De hecho, el director de Endesa tiene claro que "si no hay un beneficio para el territorio, un proyecto no se podrá llevar a cabo". Por eso explicó que, cuando tienen un proyecto, identifican a los posibles interlocutores y dialogan, aunque reconoció que en muchos casos no es fácil e incluso hay quienes se niegan. Además de abrir el capital del proyecto al territorio, como establece la normativa catalana, señaló que su compañía suele ir más allá, arreglando caminos, mejorando el territorio para prevenir incendios o restaurando áreas naturales.

Equilibrio territorial

Josep Bàguena señaló que en el despliegue de las renovables existe "un problema de desequilibrio territorial". Por ejemplo, explicaba que la mayoría de aerogeneradores en Cataluña se concentran en comarcas con poca demanda eléctrica. "Es una cuestión de equilibrios", afirmaba, y "si no buscamos mecanismos de compensación y equilibrio, estos grupos del territorio que se oponen tendrán razón". Brazís, sin embargo, matizaba que no se trata solo de un tema de paisaje, sino que hay que tener en cuenta que los recursos están donde están. Es decir, no en todo el territorio hay suficiente viento para generar electricidad, añadía. También defendió la hibridación de actividades, lo que se conoce como agrovoltaica, es decir, la integración de instalaciones con la agricultura y la ganadería.

De hecho, el profesor Folléa también abogó por la hibridación de actividades. El catedrático pedía “creatividad” a la hora de diseñar e integrar las renovables con otras actividades en el territorio, y también hizo una observación: quizás no se necesiten grandes parques, sino que sea necesario integrar y “recoser” el paisaje adecuadamente, con la participación de profesionales cualificados. "Small is beautiful", aseguraba el catedrático, quien indicó que "es necesario un desarrollo más pequeño, más cercano a la gente".