Partiendo de los primeros datos de coyuntura energética disponibles, FUNSEAM publica el Informe: “Escenarios Energéticos: primeros efectos de la pandemia del COVID-19 en la demanda energética”, aportando así una primera aproximación a la evolución de la demanda energética durante estas últimas semanas para el caso de la electricidad, el gas natural y la demanda de combustibles de automoción. Sus autores, Joan Batalla-Bejerano -Director General de FUNSEAM y Maria Teresa Costa-Campi -directora de la Cátedra de Sostenibilidad Energética de la UB- analizan en profundidad y por sectores el impacto de la pandemia en la demanda energética.
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Impacto en la demanda energética
- La pandemia del coronavirus (COVID-19) ha provocado una situación de emergencia que no tiene precedentes en la historia reciente, al poner en riesgo la salud y la economía a nivel global. La economía española y su sector energético en particular no son ajenos a esta realidad. Una primera muestra de ello es la demanda de productos energéticos que, como no podía ser de otra forma, se ha visto afectada por esta fuerte contracción de la actividad económica.
Comportamiento de la demanda eléctrica
- La demanda eléctrica se comporta como un indicador económico avanzado; los datos muestran unas perspectivas económicas muy complejas tanto en España como en el conjunto de la economía mundial. Italia, España y Francia son los países europeos con mayores caídas de la demanda de electricidad.
- Por sectores de consumo se observan desplomes de demanda eléctrica en el sector industrial nunca vistos hasta la fecha, salvo en alimentación y bebidas, actividad esencial, que ha aumentado su actividad y, en consecuencia, su demanda de energía eléctrica. La mayor caída se produce en sectores con elevado peso en el empleo y en el VAB industrial, como automóvil y material de transporte.
- El bajo nivel de consumo ha facilitado que las energías renovables sean las más importantes. Un efecto inmediato de esta nueva composición de la oferta de energía eléctrica es una notable reducción de las emisiones de CO2 en un 35,6 por cien si comparamos abril de 2020 respecto a abril 2019.
Comportamiento de la demanda de gas natural
- La demanda de gas natural en España no ha escapado de los efectos del coronavirus. En el mes de abril, donde se hacen más evidentes los impacto, ya se producen caídas en la demanda de gas natural en todos los ámbitos de consumo, con fuertes reducciones tanto en el segmento convencional como en el de la generación eléctrica a partir de gas natural con caídas respectivamente del 21,9 por cien y del 25,9 por cien en comparación con el mismo mes del año anterior.
- Aunque a lo largo del año 2019 ya se podían identificar ciertos síntomas de atonía en el consumo de gas natural por parte del sector manufacturero, en estas últimas semanas la caída ha sido significativa.
- Si bien se producen caídas en la mayoría de sectores, con la salvedad de la química, farmacéutica y la metalurgia, existen importantes diferencias en función del sector industrial en cuestión. Los sectores más afectados han sido los del refino, papel y textil con caídas superiores en todos ellos a los dos dígitos.
- Los precios del gas natural en Europa se encuentran en una situación de mínimos históricos, una situación que es análoga en los principales mercados europeos. Sin duda, la demanda de gas natural se ha visto afectada por la crisis del COVID-19, si bien las principales plazas europeas ya llevan experimentando cotizaciones a la baja desde el tercer trimestre de 2018.
- Asimismo, los contratos de futuro del petróleo están en “contango”, lo que indica que el mercado está descontando un fuerte efecto continuado a lo largo de 2020 y la primera parte de 2021. Los futuros del Brent para la entrega en junio se han desplomado a lo largo del mes de abril, marcando mínimos alrededor de los 15 dólares por barril.
Comportamiento de la demanda de crudo y de productos derivados del petróleo
- El precio del petróleo Brent, referencia europea del mercado del crudo, a lo largo de estas últimas semanas ha experimentado una fuerte caída, contagiado por el desplome que llevó los precios del petróleo West Texas (WTI), su homólogo estadounidense, a cotizar por debajo de cero dólares por primera vez en la historia la tercera semana del mes de abril.
- En el caso de España, tras la declaración del estado de alarma el 14 de marzo, con tan sólo dos semanas, el mes de marzo experimenta un importante descenso del consumo de los combustibles de automoción (-25,2 por cien respecto al mismo mes del año anterior), situándose en 1.769 miles de toneladas, el menor consumo desde enero de 1999. Sin duda, unas caídas sin precedentes en los últimos años, a pesar de que la primera quincena de marzo justo antes de que se adoptaran las primeras medidas de calado contra este virus, los usuarios de vehículos incrementaron la compra de combustible y las estaciones de servicio aumentaron sus ventas de manera significativa.
- La caída en la cotización del crudo en los mercados internacionales se ha traducido en descensos del precio de venta al público de la gasolina y el gasoil, que se sitúan en mínimos del año